La virginidad

¿Qué es la virginidad?

Una persona virgen es aquella que nunca ha tenido sexo. Sin embargo, las personas definen "sexo" y "perder la virginidad" de maneras muy variadas.

¿Qué significa ser virgen?

Una persona virgen es aquella que nunca ha tenido sexo -pero no es tan simple como parece. Esto se debe a que el sexo significa diferentes cosas para diferentes personas; de igual forma la virginidad puede tener distintos significados.

Muchas personas piensan que la introducción del pene en la vagina por primera vez es la manera como pierdes tu virginidad, pero esta definición deja de lado a muchas personas y tipos de sexo.

Algunas personas no han tenido sexo pene-en-vagina, pero sí otras clases (como sexo oral o sexo anal)- y puede que se consideren (o no) vírgenes. También hay personas lesbianas, gays, bisexuales y pansexuales que nunca tendrán sexo pene-en-vagina. Ellas probablemente no se vean a sí mismas como vírgenes de por vida solo por no haber tenido sexo pene-en-vagina.

Muchas personas creen que una violación o agresión sexual no son formas de tener sexo - solo lo considera tal si ambas partes están de acuerdo. Así si alguien fue forzado o presionado para tener sexo vaginal, oral o anal por primera vez, puede ser que no consideren haber "perdido su virginidad".

En resumen, la definición de virginidad es compleja, y tú decides realmente qué creer. A algunas personas ni siquiera les importa la definición de "virginidad" ni piensan que es importante. Estresarte por ser virgen o no es mucho menos importante que lo que tú sientes respecto a tus experiencias sexuales. Pregúntate: ¿estás contento con las experiencias sexuales que has tenido o decidido no tener?

¿Qué es el himen?

El himen es un tejido fino y carnoso ubicado en la entrada de la vagina.

Existe mucha confusión sobre el himen. Mucha gente piensa que el himen cubre totalmente la entrada de la vagina hasta el momento que se abre estirándolo, lo que usualmente no es el caso. La mayoría de las veces, los hímenes naturalmente tienen un agujero lo suficientemente grande para que pase la sangre de la menstruación y para que puedas usar tampones cómodamente. Algunas personas nacen con tan poco tejido de himen que podría parecer que no lo tuvieran en absoluto. En casos inusuales, el himen cubre todo el espacio de entrada vaginal, o el agujero en el himen es muy pequeño -por lo cual puede que necesiten ver a un médico y hacerse un procedimiento quirúrgico menor para remover el tejido extra. Como cualquier otra parte de nuestros cuerpos, el himen es diferente en cada persona.

El himen puede estirarse y abrirse la primera vez que tienes sexo vaginal, lo que puede causar un poco de dolor o sangrado. Esto no le sucede a todo el mundo. También hay otras maneras de que el himen se estire y abra: montar en bicicleta, hacer deporte, o introducir algo en tu vagina (como un tampón, un dedo o juguete sexual). Una vez estirado y abierto ya no volverá a crecer de nuevo.

¿El tener himen significa que soy virgen?

Existen personas que creen que no eres virgen si tu himen está estirado y abierto, pero el tener himen y ser virgen no son la misma cosa.

Hay personas que nacen con el himen naturalmente abierto y hay muchas otras actividades además del sexo que pueden estirarlo. Así que no puedes realmente saber si alguien ha tenido sexo por el modo que se ve o se siente su himen.

¿Cuál es la edad promedio en que las personas pierden su virginidad?

La edad promedio en que las personas tienen sexo por primera vez es 18 años. Tal vez parezca que todos en tu escuela lo están haciendo, pero esto no es realmente así. Solo la mitad de los estudiantes del secundaria han tenido sexo vaginal alguna vez y la mayoría de los adolescentes que sí han tenido sexo no lo hacen muy seguido.

Optar por tener sexo por primera vez es una decisión sumamente importante y muy personal. Las personas piensan en muchas cosas: las creencias religiosas, espirituales y morales; los valores familiares y personales; el deseo: el amor; y/o las relaciones. Sea cual sea tu razón, es importante esperar hasta que estés seguro/a que estás listo/a para tener sexo.

Muchos adolescentes que sí han tenido sexo luego dicen que desearían haber esperado más tiempo. Si tú ya has empezado a tener sexo y quieres dejar de hacerlo, está bien -solo porque ya has tenido sexo no significa que tienes que volver a hacerlo. Las personas pueden ser abstemias (no tener sexo) en cualquier momento y por cualquier razón. Algunas personas eligen no tener sexo nunca -y esto también está bien.

Trata de no preocuparte demasiado por lo que hacen las otras personas. El perder tu virginidad no es tan importante como el estar seguro que tú y tu pareja están listos para tener sexo. Si tienes sexo solo para encajar en un grupo, probablemente no será una buena experiencia. Es mejor esperar hasta estar completamente listo/a -y estás preparado/a para algunas de las posibles consecuencias del sexo (como un embarazo o ETS).

¿Qué pasa la primera vez que tienes sexo?

La "primera vez" es diferente para cada persona, pero una de las partes más importantes de estar preparados/as para el sexo es asegurar el uso de anticonceptivos y condones para prevenir un embarazo y ETS. Aquí te contamos lo que pasa cuando pierdes tu virginidad.

¿Duele cuando pierdes tu virginidad?

La primera vez que tienes sexo vaginal puede doler, sentirse bien, o ambos. Puedes sentir dolor o tener sangrado la primera vez que un pene o dedos se introducen en tu vagina, pero esto tampoco le pasa a todo el mundo. Algunas personas naturalmente tienen más tejido en el himen que otras -este dolor o sangrado puede suceder cuando el himen se estira.

Si el dolor y el sangrado no mejoran luego de tu primera vez de sexo vaginal (pene-en-vagina), puedes estirar lentamente tu himen con tus dedos y con el tiempo se volverá menos doloroso. En casos inusuales, hay personas que necesitan un procedimiento quirúrgico menor para abrir el himen. Si estás preocupada por tu himen o sientes dolor durante el sexo, conversa con tu médico.

También puedes tener dolor o irritación durante el sexo vaginal si tu vagina no está lo suficientemente lubricada (mojada). Es totalmente normal no tener mucha lubricación vaginal, y no significa que algo mal contigo o con tu pareja. Usar un lubricante hace que el sexo sea más cómodo. También puede ayudar el esperar a estar muy excitada antes de introducir algo en tu vagina.

Para los que tienen pene, el sexo pene-en-vagina no es generalmente doloroso. A veces la fricción durante el sexo causa irritación en tu pene, pero lo puedes solucionar usando un lubricante. Si sientes dolor en tu pene o genitales durante el sexo, puede ser señal de que algo no anda bien. Visita a tu doctora, enfermero o tu centro de salud más cercano para un control.

El sexo anal puede doler la primera vez (y cada vez) si no usas lubricante. La piel de tu ano y recto es delicada, y no produce su propia lubricación del modo que lo hace la vagina. Usar lubricante reduce la fricción, lo cual previene el dolor y posible desgarro.

También es importante el ir despacio y estar relajado. A algunas personas nunca les gusta lo que se siente al tener sexo anal, aun si hacen todas las cosas que sugerimos, lo cual está bien y es totalmente normal.

Nadie debe tener sexo si se siente incómodo o con dolor. Si algo duele, detente. Si tienes dolor que no para durante cualquier tipo de sexo, visita tu médico o tu centro de salud.

¿Puedo quedar embarazada al perder la virginidad?

¡SI!

Puedes quedar embarazada en cualquier momento que el semen o líquido seminal entra en tu vagina -sea por primera o la centésima vez que tienes sexo. También se puede dar un embarazo si el semen entra o está cerca de tu vulva (tus genitales fuera de la vagina), o si hay dedos con semen que tocan tu vulva o vagina. Recuerda: solo se necesita un pequeño esperma para causar un embarazo. 

Es por eso que mucha gente usa anticonceptivos y condones cada vez que tienen sexo. Usar anticonceptivos es la mejor manera de prevenir un embarazo si tienes sexo pene-en-vagina. Si le sumas un condón, esto te da una protección extra contra el embarazo y -BONO- también te ayuda a protegerte contra las ETS.

¿Es posible que un pene no entre en una vagina?

Es posible pero es poco común. Las vaginas se estiran bastante. La mayoría tienen entre 3 y 7 pulgadas de largo y se pueden estirar mucho más en largo y ancho durante el sexo y al dar a luz. Pero sí, en ocasiones muy particulares, algunos penes no entrarán cómodamente en algunas vaginas.

Si un pene penetra muy adentro en tu vagina y llega a tocar tu cérvix u otras áreas, puede ser que duela o incomode. Generalmente puedes evitar esto al intentar diferentes posiciones, ir más despacio, o pedirle a tu pareja que no empuje su pene tan adentro.

10 cosas que nadie te cuenta sobre perder tu virginidad

  1. En realidad a nadie le importa si eres virgen o no. Sí, parece que sobre lo que todos hablan es sexo, y que todos tus amigos lo están haciendo, y que el argumento de unos ocho millones de películas va sobre "perderla". No eres la última persona "no tocada" de la Tierra. Para nada. Solo te lo parece a veces porque tu virginidad te importa a ti más que a nadie. Y esa es una razón excelente para esperar para tener esa experiencia positiva que te mereces, llena de sentimientos profundos mutuos y respeto. A eso persona no le importará cuánto hayas ligado antes. Simplemente estará emocionada por compartir esa experiencia contigo.
  2. Perder tu virginidad no significa exactamente lo que tú crees que significa. Puede que tengas esta ecuación en tu cabeza: Pene y Vagina igual a perder la virginidad. Pero, ¿qué pasa si te gustan las chicas? Quiere decir eso que serás eternamente virgen? (Claro que no, eso es completamente ridículo). "Otras actividades, como el sexo oral, pueden llegar a ser incluso más íntimas que la penetración, y también pueden acarrear el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual", explica Kris Gowen, educador sexual y autor de Tomando decisiones sexuales. "Cada vez que estés en la intimidad con alguien te impactará". Así que no pongas tu atención en los tecnicismos y mejor piensa en "perderla" como algo progresivo. Entonces estarás preparado para manejar las grandes responsabilidades y momentos complejos y emocionantes (como que te vean completamente desnudo) que llegan de la mano de cada paso que des.
  3. Vale, pero puede doler un poco. Antes de que entres en histeria, deja que te expliquemos. Para prepararse para el sexo (hablamos sobre todo de penetración de pene y vagina), tu cuerpo necesita calentarse con los preliminares como los besos, tocamientos, caricias, etc. Ahí es cuando el chico tiene su erección y también cuando la vagina se lubrica y prepara tu cuerpo para el sexo (porque si no ay lubricación hay fricción y, en consecuencia, dolor). La parte engorrosa es que los nervios pueden interferir en este proceso de iniciación, y tú y tu compañero podéis excitaros a velocidades diferentes. "Los chicos son como microondas y las chicas son más como un horno" explica Stardell Smitd, educador en el Mount Sinai Adolescent Health Center in de Nueva York. Puedes usar tus dedos para comprobar si ahí abajo ya estás preparada. Y si no, hazle ir más despacio.
  4. El himen no hace "pop". ¡En serio! El concepto de himen es algo que la mayoría entiende erróneamente. Así que si te estás imaginando algo sellado en tu vagina como si fuese un wrap, que sepas que te equivocas. Del todo. El himen consiste en unos finos pliegues de tejido elástico que están justo en la entrada de la vagina. Es probable que se rompan o se estiren la primera vez que tengas sexo, causándote cierta molestia o sangrado, pero no es algo que se rompa o desaparezca la primera vez que tienes sexo. De hecho, puede que ya se te haya roto un poco yendo el bicicleta o realizando alguna actividad porque el himen solo es una parte más de tu cuerpo. No tiene nada que ver con el hecho de ser virgen o no.
  5. Tu virginidad no es un regalo. Puede que una de las cuestiones más confusas contra las que tendrás que enfrentarte en la vida sea la pregunta de "¿Estoy preparada para tener sexo?". Y es aún más complicado cuando estás en una relación (bueno, ya saber, en algún tipo de relación) y empiezas a notar que hay ganas por la otra parte. Solo recuerda que nunca le debes sexo a nadie, no importa lo majo que sea o lo mucho que se gaste en comprarte entradas para tus conciertos favoritos, o vaya a ser vuestro cumple-lo-que-sea, o el cumpleaños de no sé quién, o lo que sea. Sí, lo sabemos. Esperas una señal del cielo que te indique que ha llegado el momento pero la versas es que esa señal no vendrá de nadie más que de ti.
  6. Perderla implica MUCHA preparación. O por lo menos, debería. Y no estamos hablando de velas, ni de preparar una playlist sensual, ni preparar una cama llena de pétalos de rosas... No, no. Mira, con el sexo vienen un montón de enormes responsabilidades. ¿Me estoy tomando la píldora? ¿Quién traerá los condones? ¿Dónde podemos encontrar un espacio privado e íntimo para hacerlo? Si estás considerando seriamente responder a estas preguntas y entender que el sexo puede acarrear consecuencias que podrían cambiar la vida, como un embarazo o una enfermedad de transmisión sexual para el resto de tu vida, te darás cuenta de que no es algo tan espontáneo como en las películas. Saber que eres lo suficientemente adulta como para hacerlo bien hará que el momento sea mucho más especial.
  7. Perderla implica MUCHA preparación. ¿Y sabes qué? Deberías aceptarlo porque nadie espera que lo petes cuando empiezas a practicar un baile o que te mantengas de pie la primera vez que haces surf. La verdad es que, aunque no sea la primera vez de tu compañero, sí que será su primera vez CONTIGO. Sin duda, los dos os sentiréis un poco nerviosos. Así que antes de obsesionarse con cosas como "¿Lo estoy haciendo bien?" o "¿Esto es así?", sé honesta acerca de tu experiencia en la materia y pregúntale directamente qué es lo que le gusta. Sea la primera o la centésima vez que lo haces, la comunicación es la clave para sentirse cómodo.
  8. Probablemente pienses: esto es un asco. Al principio en tu cabeza solo había fuegos artificiales. Sin embargo, en la vida real el sexo (esa primera vez) puede que sea más en plan: "¿Y esto es todo? ¿De verdad?". De hecho, es probable que quieras que se acabe al segundo de haber empezado y eso es completamente normal. Así que si te sientes tensa o con miedo, algo que le pasa a la mayoría de personas la primera vez, será muy difícil que disfrutes de la experiencia. El sexo necesita preparación mental y física. Cuando te sientas más cómoda, te sentirás más a gusto (los dos, vaya). Y ahí empezaréis a ver la luz...
  9. Después de eso, tu relación puede volverse un poco rara. Sinceramente: perder tu virginidad puede hacer que tú y tu pareja os acerquéis. Pero de lo que nadie habla es de cómo esto puede poneros a prueba de la manera más loca. Después de que ocurra, puede que esas dudas y torpezas afecten vuestra conexión. Así que antes de tomar la decisión de estar con alguien (no solo la primera vez, sino cualquiera), pregúntate antes si tu relación es lo suficientemente fuerte como para resistir lo peor que os pueda pasar o si puedes confiar en que esa persona te vaya a tratar con todo el respeto después de que ocurra. Esta es una gran decisión y tienes que hacer hasta la ultima comprobación. Y tampoco te engañes pensando que el sexo convertirá cualquier rollete en una relación. La única cosa que lleva a una relación es que cada uno se preocupe de verdad del otro, y es algo que no tiene nada que ver con el sexo ni con perder la virginidad.
  10. Puedes perderla otra vez. Y otra. Y otra. Sí, suena imposible pero créelo. Porque si el sexo que has tenido una vez (o dos) no resulta ser la experiencia que has estado esperando, puedes quedarte con lo que quieras de lo que has aprendido y esperar. Tener sexo una vez no quiere decir que se abran las compuertas. Siempre tienes el derecho de decir echarte atrás y decir que no. En realidad, ser una nueva virgen puede empoderarte muchísimo. Te da la oportunidad de esperar a tener aquello que has echado en falta la primera vez, tanto si era amor real como si solo era un rollo (te lo mereces todo).

Mitos sobre la primera vez

  1. La primera vez no puedes quedar embarazada. Este mito de la primera vez no solo es absolutamente falso, sino que también puede provocar que además de quedar embarazadas, podamos contraer una enfermedad de transmisión sexual. Sea el primer encuentro sexual o no, utiliza siempre un método anticonceptivo como el preservativo.
  2. La primera vez que tienes sexo no puedes contagiarte de una ETS. Como hemos dicho, durante la primera vez sí puedes contraer una ETS en el caso de que no uses un método anticonceptivo como el condón. De hecho, el riesgo de contagio de contraer una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes aumenta si no utilizamos o no nos ponemos un condón de manera correcta.
  3. La primera vez no necesitas usar condón. Sí se necesita usar condón la primera vez, ya que además de correr el riesgo de contraer una ETS, si no utilizas ningún método anticonceptivo hay riesgo de que se produzca un embarazo no deseado.
  4. Al perder la virginidad las mujeres siempre sangran. Muchas mujeres vírgenes cuentan con una membrana frágil que se encuentra dentro de la vagina y que, al romperse, provoca un leve sangrado. Sin embargo, esta membrana o himen no solo puede romperse a través del sexo, sino que esta rotura puede estar provocada por otros factores. Por tanto, no todas las mujeres sangran la primera vez que tienen sexo.
  5. La primera vez duele. El primer encuentro sexual a veces causa dolor y otras no. Todo depende de factores como la lubricación, la postura y la delicadeza en el acto, entre otros. En el caso de que estés muy nerviosa, es recomendable que utilices un lubricante y realices posturas sexuales poco dolorosas, como el misionero o la cuchara, donde la penetración del hombre está más controlada y por tanto es menos probable que experimentes molestias.
  6. El primer encuentro sexual debe ser como en las películas. Muchas películas nos muestran escenas donde las parejas tienen un encuentro sexual que roza la perfección. Sin embargo, no debes olvidar que son escenas ficticias, por lo que no es recomendable creare expectativas tomándolas como ejemplo.
  7. El cuerpo de la mujer cambia cuando tiene sexo por primera vez. Hay un mito sobre la primera vez extendido que dice que, por ejemplo, cuando una mujer tiene sexo por primera vez su cadera aumenta de tamaño después. Las modificaciones del cuerpo de una mujer no tienen nada que ver con su primer encuentro sexual, sino con otros factores como los cambios hormonales, menstruación, etc. Por ello, no debes temer que el hecho de que hayas tenido sexo por primera vez se manifieste en la forma de tu cuerpo.
  8. Tienes que tener un orgasmo en tu primera vez. Los nervios que solemos tener durante el primer encuentro sexual nos pueden impedir alcanzar el orgasmo, por lo que no debes sentirte presionado/a por ello.

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